En Vieques la primera finca comunitaria disponible para agricultores sin terreno

El problema de los agricultores sin acceso a terrenos para cultivar y para acceder a vivienda digna comenzará a atenderlo el Fideicomiso de Tierras Comunitarias para la Agricultura Sostenible (FiTiCAS) con un primer proyecto en Vieques en alianza con varias organizaciones.

“En este año 2022 estamos fortaleciendo y ampliando alianzas para establecer sistemas alimentarios regionales que sean sostenibles, justos y equitativos asegurando el acceso a la tierra y a la vivienda a quienes se dedican a la agricultura sostenible”, informó la doctora Mariolga Reyes Cruz, cofundadora y directora ejecutiva del FiTiCAS.

Desde 2019, el FiTiCAS trabaja para impulsar la seguridad y la soberanía alimentaria de Puerto Rico protegiendo a perpetuidad las tierras cultivables como bienes comunes para garantizar su acceso a agricultores ecológicos sin tierra ni capital inicial. Para ello cuentan con subvenciones de la Fundación Segarra Boerman, FilantropíaPR, el Neighborhood Funders Group y Open Society Foundations y el apoyo de múltiples colaboradores y donantes particulares.

En el 2021, Reyes Cruz fue galardonada con la beca Echoing Green Fellow 2021 por gestar el primer fideicomiso de tierras comunitarias agrícolas de Puerto Rico. Reyes Cruz fue una de 18 becarias de Echoing Green entre 1,500 solicitantes internacionales y este premio fortaleció al fideicomiso, dándole apoyo económico y reconocimiento. Ahora la prioridad es obtener tierras.

“El primer proyecto de tierras para agricultores ecológicos es en Vieques en alianza con La Colmena Cimarrona. Ésta es una organización de base comunitaria que está labrando seguridad y soberanía alimentaria en la isla-municipio de Vieques, aun sin tener seguridad en la tenencia de las tierras que cultivan. Vieques cuenta con suficiente terreno agrícola para producir buena parte de sus alimentos. Lo que necesitamos es la voluntad para proteger esos terrenos agrícolas a perpetuidad, hacerlos accesibles a los y las agricultoras viequenses que están comprometidas a desarrollar la agricultura ecológica para el consumo local y construir la sostenibilidad de los proyectos”, comentó Reyes Cruz.

También colaboran en este proyecto HASER, la Clínica de Asistencia Legal de la Escuela de Derecho de la UPR, el UPR Resiliency Law Center, la Escuela Graduada de Planificación de la UPR y el Servicio de Extensión Agrícola de la UPR. Además, el fideicomiso está llevando a cabo orientaciones a propietarios de tierras en desuso y agricultores interesados y educando al público en general sobre la urgencia de proteger las tierras agrícolas como bienes comunes.

“El FiTiCAS es un proyecto de transición en medio de la crisis climática. Impulsamos la tenencia de la tierra desde el modelo de los bienes comunes. Éstos son bienes necesarios para una comunidad que son protegidos por esa comunidad para su uso por generaciones. Pensar las tierras agrícolas como bienes comunes es una alternativa a la gestión pública o privada de un bien necesario para la vida. Los bienes comunes son protegidos de la especulación y gestionados de forma democrática y participativa. En el caso del FiTiCAS, los y las agricultores que habiten las tierras custodiadas como bienes comunes serán parte de las estructuras de gobernanza de la organización”, declaró Reyes Cruz.

Un ejemplo de este modelo de propiedad son las cooperativas de vivienda mancomunadas que existen hace 50 años en Puerto Rico, pero se conocen muy poco.

“Es fundamental para los y las agricultoras contar con acceso a la vivienda en o cerca de la tierra que cultivan. Pensar en el acceso a tierras sin vivienda puede poner en peligro la sostenibilidad de los proyectos. Por esto, parte de la conversación en el FiTiCAS es cómo impulsar también las cooperativas de vivienda mancomunada para asegurar el acceso justo a la vivienda por generaciones”, destacó la directora del FiTiCAS.

Entre los proyectos de este año está realizar presentaciones comunitarias del documental“Serán las dueñas de la tierra”. Este proyecto, subvencionado en parte por la Fundación Puertorriqueña de las Humanidades, busca generar una discusión pública en torno al acceso y la sostenibilidad de la tenencia sobre la tierra para las nuevas generaciones de agricultores ecológicos. El filme dirigido por el cineasta Juanma Pagán Teitelbaum y producido por Reyes Cruz, está en el circuito de los festivales de cine internacionales y se estrenará en la isla en el 2022. El largometraje documental recoge tres años en las vidas de tres jóvenes agricultores ecológicos sin finca propia en sus esfuerzos para vivir del trabajo agrícola produciendo alimentos para el consumo local. Precisamente, la labor de realizar el documental confirmó para ellos la importancia de que los y las agricultoras tengan acceso a tierras y vivienda.

Reyes Cruz, quien es psicóloga comunitaria, lleva años laborando en esfuerzos a favor de la justicia social desde la sociedad civil. Hace 12 años incursionó en la agricultura sostenible como camino para atender múltiples crisis, tales como la alimentaria, la del empleo digno, y la crisis climática y ambiental. La semilla de este proyecto se remonta a una reunión en Casa Pueblo en el 2012 que juntó a agricultores sin tierra y a propietarios de tierras sin cultivar para idear acuerdos justos para los y las agricultoras y tomar en cuenta las necesidades de los dueños de las tierras. El paso de los huracanes Irma y María movió a un grupo de aliados en distintos sectores de la sociedad civil a juntarse para fundar el fideicomiso.

“Una de las cosas que aún estamos pensando es en cómo lograr que tanto los proyectos agrícolas como el FiTiCAS como entidad puedan ser sostenidos. En el fondo, lo que buscamos es proveer seguridad en la tenencia de las fincas para los usos acordados, garantizar la continuidad de los proyectos más allá de una generación, mantener las fincas en uso agroecológico y reconocer que la mayor inversión de los agricultores es en la tierra como tal, es decir, en establecer la infraestructura necesaria para sembrar, cuidando la fertilidad de los suelos y la salud de los demás bienes naturales. Son inversiones que se quedan ahí, en la propiedad. Uno no se puede llevar una charca de retención de agua de lluvia de una finca para otra, uno no se puede llevar la capa fértil del suelo que trabajó. Por eso necesitan la seguridad en la tenencia, saber que ahí pueden echar raíces”, planteó.

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