Chris O’ Donnell estuvo a punto de convertirse en todo un ícono del cine en los años 90. Sin embargo, ese acercamiento al estrellato se vio truncado por el fracaso de “Batman y Robin” en 1997, además de su negativa ante varias propuestas, como “Hombres de Negro” y “Titanic”.
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Pese a la poco favorable situación que enfrentó el actor en el mundo cinematográfico, de igual manera se mantuvo presente durante varios años más en pequeñas participaciones en series como “Grey’s Anatomy”, “NCIS”, “Hawaii Five”, entre otros.
Aunque en un principio su papel como Robin se ganó la admiración de los espectadores en “Batman Eternamente” en 1995, fue en “Batman y Robin” donde ese reconocimiento sufrió un fuerte declive que afectó enormemente tu carrera.
El mismo actor expresó desde su punto de visto la gran diferencia que sintió al protagonizar las dos películas.
“En Batman eternamente sentí que estaba haciendo una película. La segunda vez, sentí que estaba haciendo un comercial de juguetes para niños”, comentó.
Después de varios intentos en la industria cinematográfica, Chris O’Donnell se cansó del vaivén de oportunidades de Hollywood y decidió continuar su vida lejos de los focos.
“Después de Batman & Robin, fuera por donde fuera, todo el mundo sabía quién era yo. Me ofrecían películas comerciales de enorme presupuesto pero decidí llevar mi carrera por otro camino. Puse los frenos porque sabía que si seguía igual iba a terminar muy mal y probablemente no me hubiera casado”, expresó.
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Para O’Donnell formar una familia tradicional como en la que el creció siempre fue una prioridad en su vida que probablemente no hubiese podido combinar con una pujante carrera como actor. Es por eso que cada negativa ante nuevos papeles de Hollywood estuvo fundamentada en sus ganas de dedicarse a sus hijos y esposa.
Sin embargo, en la búsqueda de estabilidad económica, el actor de 51 años aceptó el papel del agente G. Callen en NCIS, una oportunidad que le permitió garantizar su permanencia en Los Ángeles y el sustento para su familia.
“Yo no soy nómade, no vivo viajando por el mundo e instalándome en diferentes ciudades. Tener cinco hijos que durante sus años de formación pudieron permanecer en Los Ángeles, y a los que pude darles estabilidad en las mismas escuelas y con los mismos amigos, fue una verdadera bendición, y uno de los mayores beneficios de hacer este show”.
Su vida como empresario gastronómico
En la actualidad O’ Donnell combina su participación en NCIS -desde hace 12 años- con un emprendimiento en la industria gastronómica por el que ha sido reconocido por su gran calidad.
Para Chris nunca es tarde para empezar un nuevo proyecto, así lo demostró al inaugurar su propio restaurant de pizza de la mano de Daniel Uditi, un reconocido chef de origen italiano.
“Pizzana”-como es el nombre del restaurant ubicado el oeste de California- se convirtió en uno de 101 mejores restaurantes según Los Angeles Times.
“Siempre fue muy importante para mí mantener ese equilibrio. Creo que la razón por la que pude hacerlo es porque siempre hice de mi vida familiar la prioridad, incluso por sobre mi trabajo en el mundo del entretenimiento. Eso fue algo que me enseñaron desde chico, que no debía solo disfrutar del éxito en el trabajo, porque cuando llegara el fracaso, podía dolerme mucho. Esas son elecciones de vida y lo que tengo ahora, es lo que quise siempre”, expresó O’ Donnell sobre su vida.
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