Beber vino de manera moderada, ayuda a liberar endorfinas, conocidas como las ‘hormonas de la felicidad’. Por ello y por el gusto hacia esta bebida, se celebra de manera anual el Día Internacional de Beber Vino cada 18 de febrero.
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Esta celebración nació en Estados Unidos y al poco tiempo otros países, sobretodo aquellos que cuentan con una importante producción de vino, adoptaron este festejo como México, Chile y Argentina.
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La historia del vino se remonta hace muchos años atrás, se tiene registro que la creación de esta bebida fue por el periodo neolítico, en las regiones de Irak e Irán. Se han hallado bodegas de vino que datan del año 8000 a.C. en Georgia.
Beneficios de este elixir
El consumo moderado del vino tiene beneficios, principalmente el efecto antioxidante sobre las células; ayudando a retrasar los efectos de la edad, ya que esta bebida es rica en polifenoles, moléculas antioxidantes que se encuentran en muchas plantas y frutos rojos.
También ayuda a mejorar el sistema circulatorio y a prevenir enfermedades cardiacas. El vino también es un buen motivo para reunir a amigos y familias, ya que la variedad de vinos permiten que se puedan consumir junto a comidas y postres, o solo para acompañar en ocasiones especiales.
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Sin duda, el vino es uno de los placeres más fascinantes para los consumidores de este elixir, desde la gran variedad que existe dentro del mercado, así como por la inmensa historia y experiencia que hay detrás de cada botella, enólogo, terroir y producción.
