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Tomar tres cervezas engorda más que comer tres panes, según estudio

La nutricionista Isabela Pimentel explicó que una lata de cerveza de 350 ml tiene aproximadamente 145 calorías. Mientras que tres panes franceses tienen 150

En un día caluroso no hay nada más refrescante que tomarse unas cuantas cervezas. Este es un impulso natural de todo ser humano para aplacar el calor corporal y las altas temperaturas. Pero, a pesar de que la cerveza es un líquido y que fácilmente puede ser expulsada por la orina o la sudoración, estas bebidas pueden hacerse engordar más de la cuenta.

Una investigación reciente aseguró que tomarte tres simples cervezas, que parecen livianas, tienen el doble de calorías que consumir un pan francés.

La nutricionista Isabela Pimentel explicó que una lata de cerveza de 350 ml tiene aproximadamente 145 calorías. Mientras que comer tres panes franceses equivale a consumir unas 150 calorías.

Otro problema es que la cerveza es una bebida con alta densidad calórica; mientras los carbohidratos y proteínas tienen cerca de 4 calorías por gramo, el alcohol tiene 7 kilocalorías por gramo.

La nutricionista también resaltó que, a diferencia del pan cuyas calorías vienen del almidón, las calorías de la cerveza provienen del alcohol. “El alcohol interrumpe el metabolismo, aumenta los triglicéridos, la gordura en el hígado y está asociado a alteraciones hepáticas y renales”, agregó.

Sin embargo, la cerveza posee más de 2.000 componentes que proceden de ingredientes como el lúpulo y la cáscara de cebada o que son consecuencia del proceso de fermentación de estas materias primas. Además, muchas contienen aditivos durante o después de la fermentación, como trigo, arroz, centeno, maíz, cacao, frutas, hierbas, etc.

En su libro Cómo engordamos y qué hacer al respecto (RBA, 2013), Gary Taubes explica cómo se metaboliza el alcohol que, en su mayoría, se procesa en el hígado. El alcohol aumenta la producción de grasa de éste, lo que puede provocar serios problemas en el órgano, pero no siempre nos hace engordar en otras partes.

“El hecho de almacenar estas grasas como grasa o de quemarlas depende de si comemos o bebemos hidratos de carbono con el alcohol, algo que hacemos de forma habitual”, remarca Taubes.

Es por esto por lo que la cerveza, a diferencia de otros tipos de alcohol, sí engorda. Cerca de un tercio de las calorías de una cerveza normal proceden de la malta, un hidrato de carbono refinado que engorda por sí sólo y, aún más, cuando actúa junto al alcohol, con el que va de la mano. De ahí la famosa barriga cervecera.

Otro cuidado importante es continuar bebiendo agua mientras tomas cerveza, intercalando un vaso de agua con una lata, por ejemplo. Además de evitar la deshidratación, estarás consumiendo 30% menos de bebida alcohólica.

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