Después de 44 años en el bullicioso Manhattan, Michael Sinensky se mudó a Dorado, Puerto Rico con su familia en busca de un cambio en la calidad de vida, atraído por su conexión de toda la vida con Puerto Rico.
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A pesar de que la razón del cambio fue profesional en la industria de cadena de suministro de IA, su pasión radica en la hotelería y gastronomía, como lo demuestra el éxito de su empresa Simplevenue que desarrolla conceptos gastronómicos únicos.
Como parte de su inmersión en la cultura, ha dedicado mucho tiempo junto a su familia a descubrir nuevos lugares en la Isla, y la experiencia ha sido sorprendente porque según relata, ha encontrado a lo largo del camino lugares increíbles, ya sean finos o casuales para comer, reafirmando como correcta su decisión de llamar a Puerto Rico su nuevo hogar.
Por Michael Sinensky, socio propietario de Sushi by Bou
Viajar por la Isla nos ha permitido experimentar la diversa cultura y belleza escénica, desde las vibrantes calles de San Juan hasta las tranquilas costas de Guánica. Probando la cocina local en el camino, descubrimos joyas ocultas y delicias sabrosas que superaron nuestras expectativas. Aunque la mudanza ha tenido sus altibajos, la calidez y hospitalidad de Puerto Rico nos han hecho sentir como en casa, reforzando nuestra creencia de que tomamos la decisión correcta al buscar nuestro nuevo comienzo en el medio del Caribe.
Lo siguiente fueron algunos aspectos culinarios destacados de nuestro viaje y platos que no te puedes perder cuando visites estos municipios:
1. Grappa, Dorado: la atmósfera me recuerda a la acogedora joya gastronómica de Alice en NYC, y el sabor de cada plato en este restaurante italiano no decepcionó. El carbonara de pollo fue EL plato que pediré cada vez que vaya allí, y luego recomiendo 30 minutos en la trotadora.
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2. Yoko, Calle Loíza: El Lower East Side en Puerto Rico. El chef Meléndez botó la bola del parque en este lugar japonés en un área callejera y vanguardista con arte y bares increíbles. Sentí como si estuviera comiendo en mi lugar favorito de la vieja escuela, Blue Ribbon Sushi en Soho.
3. Trasiego Seafood Restaurant, Guánica: No esperaba mucho en este gran comedor tradicional como los que encontrarías en un restaurante antiguo, pero honestamente es el mejor restaurante de mariscos puertorriqueño que hemos probado hasta la fecha. Como tiene un toque más español, pensé que la paella de mariscos era el plato estrella, pero el pescado y los filetes estaban todos cocinados y sazonados a la perfección.
4. Bakku, Rincón: Abierto solo de lunes a jueves, el chef Joe Rivera ha creado algo especial, diferente, innovador. No se hacen reservas, pero vale la pena esperar. Mientras, puedes cruzar la calle al mercadito. Todo lo que probé aquí fue increíble y sugiero ir con un grupo de 4 o más y pedir muchos platos principales para probarlos todos, y escoger la degustación de sushi.
5. Wandering Bagel, Rincón: Finalmente probé un bagel neoyorquino en Puerto Rico en el alternativo Rincón. Este carrito de comida al lado de la carretera tenía muchos sándwiches de bagel únicos para comenzar perfectamente bien tu día. Como un libreto en TikTok, “Soy judío, por supuesto que pedí el bagel con salmón ahumado y queso crema en Wandering Bagel”.
6. Café 413, Rincón: Afortunadamente, nos quedamos varias noches en Rincón para disfrutar del desayuno en diferentes lugares. Café 413 era como estar en el vecindario de mi hermana en el Upper West Side y tanto el ambiente como la comida fueron increíbles. Pedimos steak con huevos, tostadas francesas, pancakes, cinnamon rolls, entre otras cosas. El barista me hizo uno de los mejores macchiatos que he probado en mi vida.
7. Mona, Aguadilla: El menú de cafés más único e impresionante en este lugar del chef César Santiago y una lista de ingredientes dulces y divertidos para adornarlos de forma exagerada al estilo del Black Tap Buger en Nueva York. Los sliders de desayuno fueron fuera de este mundo. Los niños se volvieron locos con los pancakes. Nos gustó tanto este lugar que volvimos para desayunar al día siguiente.
8. White Rabbit, Aguadilla: Tienes que reservar en este lugar increíble que sienta a tan solo 12 personas. Tuvimos dos suertes: conocerlo, y conseguir mesa, gracias a los operadores turísticos de JetSki Aguadilla Sports que nos recomendaron este almuerzo perfecto. Fue agradable disfrutar de un gran sándwich al estilo de una panadería francesa en Puerto Rico. Este lugar era justo lo que buscaba, ya que principalmente abro en mi trabajo conceptos micro. White Rabbit ofrece cócteles creativos y platos pequeños donde cada uno es una obra de arte culinaria.
9. D’Rose Chocolate Factory, Aguadilla: Tuvimos que venir a este lugar dos veces, por las fresas cubiertas de chocolate recién hechas. Nos dimos un festín en esta dulce tienda de chocolate estilo Little Italy que nos hizo reír de alegría. ¡Sus chocolates hechos a mano fueron una tentación irresistible! Aunque, bueno, quizás no tan suave para el bolsillo.
10. Hacienda Tahiti Verde, Cabo Rojo: los dueños de esta hermosa granja estilo Hamptons, cuyas habitaciones son tipo glamping prepararon un almuerzo especial con ingredientes frescos de la propia granja a la mesa en su finca de pitahaya. Solo puedo decir: ¡Wow! Los propietarios se asociaron con un biólogo marino y un capitán de barco para recorrer los mangles en la conocida Isla Gilligan. Curiosamente, fue un recorrido de tres horas.
La oferta gastronómica en Puerto Rico nos ha dejado boquiabiertos. Desde sus elegantes restaurantes hasta sus divertidos food trucks. Ya estamos listos para irnos por la Isla otra vez.