El restaurante Paulina Escanes transforma la celebración del Día de los Muertos en una experiencia culinaria única, gracias a una colaboración especial entre la chef Paulina y la experta en cócteles Cindy Rodríguez Rosario.
Este evento, que ya cumple su cuarto año, rinde homenaje a la tradición mexicana, integrando cuidadosamente el simbolismo cultural con la innovación en la cocina y la coctelería.
La cena, diseñada como una fusión entre los sabores del maíz —elemento central de la gastronomía mesoamericana— y los espíritus destilados, sorprende por su nivel de detalle. Cada platillo se acompaña de un cóctel cuidadosamente elaborado, destacando cómo ambos componentes se complementan y realzan los sabores.
Este enfoque creativo de maridar cócteles con comida hace que la experiencia sea un deleite para los sentidos, mientras honra la tradición.
Entre los cócteles destacados, “Chamaco” abre el festín con tequila Volcán blanco, frambuesa y cítricos, realzado por la frescura de los elotes hechos en casa y salsas que complementan cada trago.
Otro plato especial incluye una infusión de tortilla de maíz en el tequila, que se combina con pesca fresca y coliflor rostizada con almendras marcona, una propuesta que mezcla tradición y modernidad.
El tercer cóctel, “Maité,” hecho con mezcal y jugo de granada, es una joya que simboliza el “rostro del cielo” en la cultura maya, y se acompaña con canelones rellenos de pato confitado, setas silvestres y una béchamel de huitlacoche.
Para el final dulce, Pavlova, pistachos y mandarina, combinados con un cóctel infundido en cacao y tequila Volcán reposado inspirado en el clásico Negroni, decorado con un toque de chocolate artesanal, ofreciendo un cierre lleno de sabor y simbolismo.
La celebración del Día de los Muertos en Paulina Escanes no es solo una cena; es un tributo a la cultura y a los ingredientes tradicionales, una experiencia culinaria que se reinventa cada año, siempre con un toque de respeto y creatividad.
Este evento invita a los comensales a disfrutar de una noche de sabores profundos y texturas únicas que mantienen viva una de las tradiciones más significativas de la cultura mexicana.