La panadería y repostería Alezia se consolida como un punto de encuentro para los amantes del buen pan y la comida casera. Este negocio, liderado por Manuel Pérez, es mucho más que un lugar para comprar pan fresco; es una historia de sueños materializados, esfuerzo constante y unión familiar.
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Manuel, propietario y fundador de Alezia, creció inmerso en la tradición panadera gracias a su padrastro, quien trabajó en la icónica Star Bakery de Bayamón. “Desde niño me encantaba la dinámica de esa panadería”, relató en entrevista con Sabrosia.PR.
Esos recuerdos lo inspiraron a emprender su propia panadería, que este año celebra cuatro años de éxito en la avenida Barbosa #216 en Cataño.
“Siempre soñé con tener mi propia panadería. Este es mi primer negocio, y estoy orgulloso de que todo aquí sea hecho en casa”, afirmó Manuel. Desde el pan hasta las recetas de los sándwiches, todo se elabora en el lugar con buenos ingredientes, incluyendo una harina especial y técnicas artesanales.
El pan de Alezia es el alma del negocio, horneado diariamente en el local. Entre sus sándwiches más populares, se destaca el emblemático Alezia, hecho con pernil horneado, jamón bolo marinado, chorizo y pepinillos, que se ha ganado un lugar especial entre los clientes.
“Todo lo que hacemos aquí refleja la comida casera con la que crecí. Es como comer en casa de mi mamá”, añadió el propietario.
Además del pan y los sándwiches, los almuerzos diarios, como el cabrito y la ternera en fricasé, atraen a visitantes de toda la isla.
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Sin embargo, Alezia no solo destaca por la calidad de sus productos, sino también por su enfoque en crear un ambiente laboral positivo. Con un equipo de 23 empleados, la mayoría residentes de Cataño, Manuel ha logrado convertir la panadería en un verdadero negocio familiar.
“Mis empleados son parte de mi familia. Aquí todos somos un equipo. Puedes tener el mejor negocio, pero sin empleados contentos, no llegas lejos”, explicó. Este enfoque ha fomentado una atmósfera de compromiso y pertenencia, donde muchos de sus trabajadores han estado en Alezia desde el primer día.
El nombre de la panadería, Alezia, rinde homenaje a su hija, según compartió Manuel, orgulloso padre de seis hijos.
Un legado que mira al futuro
Alezia es mucho más que una panadería; es un símbolo de perseverancia y unión familiar. Manuel espera que quienes visiten su negocio no solo disfruten de productos de calidad, sino también de una experiencia que resalte la calidez de su comunidad.
“Quiero que la gente recuerde que aquí no solo compran pan, sino que se llevan un pedacito de nuestra historia”, concluyó Manuel, quien se prepara para dar un gran paso, ya que pronto inaugura un local más amplio.
Con cuatro años de trayectoria, Alezia continúa siendo un referente en Cataño, donde el ambiente familiar y el excelente servicio se fusionan para ofrecer una experiencia única.