La relación con la comida es quizá una de las más complejas, y es que, la culpa, el estrés y esa voz en la cabeza que retumba de forma constante, exigiendo alcanzar esa talla ideal, termina por convertirse en tu peor enemiga.
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Por eso, la nutrióloga, Mónica Hefferan, ha escrito ‘Reconcíliate con la Comida’ un libro que logra plasmar los desafíos para tener una buena relación con la comida y cómo es que las emociones pueden ser un factor clave para alcanzar a tu peso ideal, sin presiones, sin dejar de disfrutar y sobre todo, sin culpa.
“El libro nace a partir de que me doy cuenta de que no solamente la alimentación influye como el cuerpo reacciona, sino lo que estamos pensando y sintiendo a la hora de comer y también lo que venimos cargando desde hace años”, explicó la experta en nutrición y añadió: “Reconciliarte con la comida. Es una invitación a explorar qué hay detrás de mi relación con la comida que me lleva a comer, cómo como y poderlo reconciliar para que mi cuerpo pueda se pueda transformar desde el amor”.
Contando su propia lucha con la comida y los trastornos alimenticios, Mónica Hefferan lleva de la mano a su lector para hacer las paces con uno mismo, y no solo eso, sino que busca explorar y hacer una retrospección para encontrar el punto en el que tu relación con la comida, terminó afectada, dejando un espacio honesto, auténtico y seguro, para las mujeres que ya han superado estas batallas o que están en medio de ellas.
“Cuando estás en paz contigo, la forma en la que comes también cambia, cuando te valoras y te amas, vas a querer nutrirte por amor a cuidarte y no por rechazo a cambiarte, que eso también es muy fuerte”, y señaló Hefferan: “este es un proceso justamente que no se puede atacar de afuera hacia adentro. Si no más bien que se tiene que reconciliar de adentro hacia afuera. Es decir, todo empieza con nosotras”.
¿Cómo mejorar mi relación con la comida?
Para ello, Mónica Hefferan plantea dos preguntas importantes: ¿Qué es lo que sueño pensar de mí misma? y ¿Cómo me relaciono conmigo?, la respuesta permitirá conocer cuál es la forma en la que te alimentas y metabolizar la comida, encontrando aquí, el punto de partida para generar un cambio, resaltando el papel que las emociones, los pensamientos y el amor propio juegan a la hora de hacer un cambio.
“Cuanto te empiezas a sentir mejor contigo misma, empiezas a liberar todas esas heridas con las que vienes cargando. Y el cuerpo, como es tan noble y tan sabio, empieza a regenerarse, empieza a reestructurarse y muchos padecimientos empiezan a cambiar también”.
¿Qué son los kilos emocionales?
Si alguna vez sentiste que no puedes cambiar tu peso, aun haciendo dietas o procurando tu alimentación, aquí entra un concepto muy interesante del que habló Mónica Hefferan, y son los kilos emocionales.
“Un kilo que viene de una enfermedad, trae una emoción detrás. Por ejemplo, yo he tenido mujeres que tienen hipotiroidismo, su tiroides no está funcionando bien y cuando lo exploramos más a fondo se dan cuenta de que llevan muchos años sin expresar lo que realmente quieren, sin poder tener una voz de ellas mismas”, contó Mónica Hefferan.
Y es aquí, donde la nutrióloga habla de otro concepto, que es el ‘hambre emocional’ que definió como:
“Comer por hambre emocional es cuando tu cuerpo no lo necesita, pero tus emociones. ¿Hay algo que estás queriendo ahí tapar con la comida”.
Por ello, Mónica Hefferan, busca en ‘Reconcíliate con la Comida’ que, sea quien sea su lector, pueda dar un vistazo hacia su pasado, para encontrar en su presente la paz necesaria que les permita tener una buena relación con su alimentación, de tal forma, que los sentimientos como la culpa desaparezcan para que se vuelva un disfrute con plena conciencia.
“Si tú aprendes a disfrutar la comida, a estar feliz cuando la comes, agradecerla este sentirte en este estado emocional, más positivo, vas a procesar mejor la comida, la vas a utilizar mejor, la vas a distribuir mejor, la vas a eliminar mejor. Se ha demostrado que mientras más estamos en disfrute, en gozo y en paz, mejor asimilamos y digerimos lo que estamos comiendo. Entonces es un hecho que cuando aprendes a comer desde un espacio más feliz, pues tu cuerpo también va a cambiar más fácil”.
