Las tendencias populares de consumir productos libres de pesticidas u otros químicos para comer más saludable han dado paso a una confusión entre la agricultura orgánica y la agroecología.
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Ambas, muy diferentes, tienen como fin la producción de alimentos sin intervención de químicos nocivos (como los que utiliza la agricultura tradicional) que afecten la salud.
No obstante, el sistema orgánico, a través semillas e insumos (abonos, agentes para el control de plagas, fertilizantes, etc…) emplea sustancias y efectúa acciones similares a las de la agricultura tradicional.
La agroecología es todo lo contrario, ya que su fin es imitar el transcurso natural que llevan a cabo los ecosistemas sin intervención de materiales externos.
”Lo trata totalmente diferente (agroecología), es un manejo integral. Por ejemplo nos pudiéramos preguntar: ¿Quién maneja el Yunque? ¿Quién es el farmer? ¿Quién le echa plaguicida? ¿Quién lo abona? Se explica que sea tan productivo y diverso porque ocurren dinámicas ecológicas que son las que nosotros tratamos de reproducir en la finca”, explica el agricultor y educador en el tema, Ian Pagán-Roig.
Además, el experto hace énfasis en que esta práctica se está convirtiendo en la única alternativa de producir comida ”sustentable” en un futuro, pues como consecuencia de la degradación del planeta a mediano y largo plazo no será posible la producción de comida y vida sobre el planeta.
El costo de la comida
Muchas personas creen que los precios de los productos orgánicos son elevados.
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Y en efecto, lo son por el costo de insumos orgánicos. A esto se suma que empresas de agroquímicos y biotecnología ven la oportunidad para hacer negocios lucrativos.
Por su parte, la agricultura ecológica propone producir para alimentarte por ti mismo (sin costo) o visitar mercados agrícolas con precios convenientes.
Asimismo, asegura mayor calidad y frescura de los alimentos.