Las dieta afectan la salud mental, puesto que se conectan con la ansiedad y depresión, con su experiencia. Así lo evidencia un estudio comentado por la presidenta de la Sociedad Internacional para la Investigación de Psiquiatría Nutricional de Australia, Felice Jacka.
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La también codirectora del Centro de Alimentos y Estado de Ánimo de ese país manifestó que el análisis dejó al descubierto que la dieta puede estimular el desarrollo de nuevas neuronas en el hipocampo.
Otro estudio mostró que mejorar y diversificar la alimentación en las poblaciones penitenciarias redujo significativamente los incidentes de violencia; se titulaba “Crimen y alimento”.
Comer sin daños para concebir la salud mental
La investigación “Crimen y alimento”, por su parte, alegó que los incidentes de violencia se redujeron significativamente con la diversidad y mejora de alimentos en las poblaciones penitenciarias específicamente.
Con la ansiedad y depresión en las mujeres se compararon las dietas de estilo occidental, que incluyen alimentos ultra procesados, altos en azúcar, bajas en nutrientes grasas no saludables, en el artículo de Jacka.
Un tercer estudio realizado hace casi una década enfatizó “que los animales que estaban estresados en los primeros años de vida y experimentaron un trauma temprano desarrollaron síntomas de trastornos psiquiátricos más adelante en la vida. La sorpresa fue que estos ratones traumatizados también desarrollaron problemas intestinales, como el síndrome del intestino irritable, junto con sus trastornos mentales”, detectó el neurobiólogo del estrés John Cryan.
Eres lo que comes
“Lo que comemos afecta en gran medida el microbioma intestinal y si tenemos bacterias útiles o dañinas que viven dentro de nosotros. Si los microorganismos dentro de nosotros ayudan con la digestión y si el estrés afecta nuestros microbiomas, entonces los estados emocionales podrían influir en lo que el cuerpo hace con los alimentos y cómo los alimentos podrían influir en nuestros estados emocionales”, resaltó Centro Literario.
El comportamiento depresivo y ansioso amortiguó más que el efecto del antidepresivo escitalopram (Lexapro) al introducir al laboratorio las bacterias beneficiosas en el sistema digestivo de los animales.