Por Alana Marrero: La autora es Doctora en Nutrición Clínica Alana Marrero González, MHSN, LND Nutricionista/Dietista y educadora en Diabetes Certificada
Junio es el Mes de la Salud del Hombre. Es por esto por lo que es un buen momento para que en todo el país se hable más sobre el cuidado de salud de los hombres. Y también alentemos a todos los hombres -niños, jóvenes y adultos- a que tomen decisiones saludables para su vida, como hacer ejercicio y comer más saludablemente.
Alimentación Masculina y problemas a la salud
La alimentación en el hombre está relacionada con ciertos problemas de salud como la infertilidad, conteo de espermatozoides, desarrollo genital en los chicos, la función sexual en los hombres y el riesgo de cáncer de próstata. La reducción global en la fertilidad masculina podría estar asociada al consumo excesivo de grasa saturada y a la falta de suficientes frutas y verduras.
La presencia de hormonas esteroides sexuales en la carne, los huevos y los lácteos, pueden ayudar a explicar la relación que existe entre el consumo de grasas saturadas y la disminución del recuento de espermatozoides. También influye significativamente el colesterol elevado en el estado de los espermatozoides.
Los estudios realizados al respecto, le atribuyen una gran responsabilidad al consumo de grasa saturada en relación a los problemas de fertilidad masculina y de recuentos de espermatozoides. Por lo tanto, una alimentación más saludable y balanceada puede promover un conteo más saludable de espermatozoides. Los problemas de disfunción eréctil, también pueden estar relacionados con una alimentación alta en grasas y que obstruye las arterias. Las enfermedades cardíacas y la disfunción eréctil pueden ser dos manifestaciones de la misma enfermedad: arterias inflamadas, obstruidas y paralizadas, independiente de los órganos que se ven afectados.
6 alimentos que no deben faltar en la alimentación masculina
Tomates: los tomates son ricos en licopeno, un poderoso antioxidante que ha demostrado tener propiedades antiinflamatorias y proteger la salud de la próstata. También contienen vitaminas C, K, potasio y folato, que contribuyen a la salud del corazón y a la reducción de la inflamación. Para aprovechar sus beneficios inclúyelos frescos en ensaladas, o incluso cocidos, ya que el licopeno se absorbe mejor de los tomates procesados.
Jengibre: el jengibre es conocido por sus intensas propiedades antiinflamatorias y antioxidantes, gracias a compuestos como el gingerol. El jengibre es muy eficaz para aliviar la inflamación del tracto digestivo, reduciendo así la sensación de hinchazón. Se puede consumir en forma de té, añadido fresco rallado a los platos, o incluso en suplementos, para aliviar los síntomas digestivos.
Vegetales color verde intenso: los vegetales de hoja verde como espinacas, col rizada y coles son altas en antioxidantes, vitaminas A, C, E, y K, y minerales como el hierro y el calcio, que apoyan la desintoxicación diaria del cuerpo. Consumirlas crudas en ensaladas o ligeramente cocidas al vapor es una excelente manera de mantener sus nutrientes intactos y combatir la hinchazón abdominal. Además, son excelentes fuentes de proteína vegetal y fibra.
Frutos secos como nueces y semillas: las almendras y nueces son excelentes alimentos antiinflamatorios ya que son ricas en ácidos grasos omega 3, vitamina E, y fibra, todos conocidos por sus propiedades antiinflamatorias y aportación de fibra y proteína vegetal. Las nueces y semillas ayudan a promover la salud digestiva. Consumir un puñado de estos frutos secos puede ser una merienda saludable y satisfactoria.
ü Semillas de chía y linaza: las semillas de chía y linaza son una gran fuente de fibra, ácidos grasos omega-3 y antioxidantes, lo que las hace excelentes alimentos antiinflamatorios y protectoras de la próstata, colon y órganos reproductivos masculinos. Estas semillas mejoran la salud digestiva, promoviendo un tránsito intestinal regular y ayudando a reducir la hinchazón. La chía se puede consumir remojada en agua, añadidas a batidos, yogures, o polvoreadas en consistencia molida sobre ensaladas y cereales, lo que las hace versátiles y fáciles de incorporar en la alimentación diaria.
Pescados azules: el pescado azul, como el salmón, el atún y las sardinas, son una excelente fuente de ácidos grasos omega-3 EPA y DHA, conocidos por sus efectos antiinflamatorios. Consumir pescado azul 1 a 3 veces en semana, puede ayudar a reducir los niveles de inflamación y mejorar la salud intestinal. Idealmente, debería ser cocinado de manera simple, al vapor o a la parrilla.