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Coñac Louis XIII: una experiencia sensorial única y exclusiva

Lee aquí la reseña de un almuerzo que celebró el buen vivir con el icónico coñac Louis XIII.

coñac Louis XIII
coñac Louis XIII

El coñac Louis XIII no es solo lujo, sino que cada una de sus exclusivas botellas está cargada de historia.

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Creado en 1874, la casa francesa Rémy Martin solo ha tenido cuatro maestros de cava para Louis XIII. El coñac, reconocido como uno de los mejores del mundo, ha formado parte de hitos históricos como haber recorrido Europa a bordo del Orient Express, estar en la travesía inaugural del transatlántico SS. Normandie, haber sido parte de la cena de gala celebrada en 1938 en honor del rey Jorge VI y la reina Isabel en el palacio de Versalles y ser servido a bordo del Concorde en 1984. En pleno año 2022, el exquisito coñac fue protagonista de un almuerzo para celebrar el arte del buen vivir en San Juan, Puerto Rico.

Para la ocasión, Valeria Alonso, embajadora de Louis XIII en México, viajó a Puerto Rico con la misión de presentar una degustación del aclamado destilado francés en el recién inaugurado restaurante Bóveda en Hato Rey.

coñac Louis XIII
coñac Louis XIII Valeria Alonso, embajadora de Louis XIII en México, viajó a Puerto Rico con la misión de presentar una degustación del aclamado destilado francés en el recién inaugurado restaurante Bóveda en Hato Rey.

“Un ritual de degustación de coñac Louis XIII es la manera perfecta de brindar por los momentos más memorables de la vida. La vida se realza con celebraciones grandes y pequeñas; momentos inolvidables que nos unen para marcar nuestros mayores logros, honrar hitos importantes y anticipar nuevos y emocionantes capítulos. Un brindis con Louis XIII grabará este momento en las memorias ofreciendo una experiencia visual, olfativa y gustativa excepcional sin olvidar la parte auditiva. Las copas Louis XIII son hechas de cristal y tienen un sonido que nunca se olvida; al chocar estas copas se produce una nota que persiste y se queda en el aire; un eco a la longitud en boca de Louis XIII”, dijo Alonso a los invitados. La fastuosa botella de Louis XIII —de fino cristal decorado con flores de lis, símbolo de la realeza francesa— y sus copas fueron las piezas centrales de la decoración para la velada. La Chef Carol Reyes preparó un menú especial hecho específicamente para lograr el pareo idóneo.

El coñac que se distingue como uno de los más exclusivos en el mundo entero destaca por la alta calidad y cuidadoso proceso de elaboración desde la región única de su denominación de origen. En la región de Cognac, Louis XIII es la única marca100 % elaborada en Grande Champagne. Un dato único es que solo Rémy Martin es fing champagne. La mezcla puede tener hasta 1,200 aguardientes diferentes con edades comprendidas entre los 40 años y más de 100 años. Hay doble destilación. Después los aguardientes, un maestro de cava decide qué va a cada barrica. “Es el responsable de hacer que cada botella de coñac sea igual desde su creación”, explicó Alonso. Se añeja en barrica de roble francés. Las barricas se hacen en Rémy Martin de un bosque cercano. El trabajo del maestro de cava es lograr el ensamblaje ideal para mantener la consistencia en cada botella. De hecho, un maestro de cava que comienza el proceso no ve la culminación de su trabajo.

“Louis XIII tuvo que pasar 100 años para estar aquí”, destacó Alonso durante el almuerzo en Puerto Rico.

El proceso de degustación inicia visualmente. Hay una multitud de reflejos y colores que bailan en la luz desde los enérgicos y exuberantes tonos dorados a los maravillosos reflejos caoba. Las gotas que se alzan en la copa y luego caen lentamente, son un signo de la suprema opulencia de su néctar.

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Luego se pasa a la degustación olfativa que en este caso tiene tres niveles. El primer aroma recuerda delicadas notas de flores blancas, notas muy representativas del mejor terruño de Cognac: la Grande Champagne. El segundo aroma es increíblemente rico e intenso con notas de nueces, frutas confitadas y especies. Notas que provienen de las barricas de roble francés tostadas lentamente a fuego bajo donde las aguas de vida se añejan. El tercer aroma que se podría describir como retrogusto, es muy muy persistente y se define por notas más frescas y exóticas como el jengibre, la parcha o el litchi.

Ya en boca, muchas otras sensaciones gradualmente se revelan, desde lo más fino y delicado hasta la suprema opulencia. Una rica intensidad que persiste por más de una hora en el paladar.

Si en algún momento tiene la oportunidad de degustar Louis XIII, regálese la experiencia del buen vivir. Cada gota de Louis XIII es una expresión esencial de la complejidad del coñac, y degustarlo es la clave para acceder a la experiencia única de Louis XIII. El preciado líquido ha tardado hasta un siglo en fabricarse, sus cualidades sensoriales se han desarrollado durante décadas: por lo tanto, el momento evoca una conexión palpable con el pasado. En fin, una experiencia sensorial que viaja en el tiempo.

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