Con la popularidad de la alimentación saludable, muchas personas comenzaron a cambiar la sal de mesa por otras alternativas, como lo es la sal marina. Desde entonces esto ha provocado diferentes debates sobre cuál es la mejor alternativa. ¿Es mejor la sal de mesa o la marina?
La sal yodada, no es nada más ni nada menos que sal de mesa que se enriquece con yoduro de potasio y es especialmente importante en zonas en las que la deficiencia de yodo es un problema, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Resolviendo esta gran interrogante, la OMS reitera que el uso de sal yodada es ideal a la hora de aportar yodo a la dieta y prevenir afecciones de la tiroides. Recomienda, asimismo una ingesta de sal de menos de 5 gramos (aproximadamente 2 g de sodio) por persona y día para la prevención de enfermedades cardiovasculares, la principal causa de muerte en el mundo.
La mayoría de las poblaciones consumen mucha más sal de la recomendada por los alimentos procesados y comidas preparadas fuera del hogar, por lo que, reducir la ingesta de sal en los niveles mundiales actuales, de 9 a 12 gramos, podría tener un impacto significativo sobre la salud de las personas y la reducción de situaciones ligadas a la presión arterial y las enfermedades cardiovasculares.
Ambas opciones contienen alrededor de un 40 por ciento de sodio en peso. Algunos tipos de sal marina tienen cristales más grandes que la sal de mesa, por lo que, por lo general, hay menos sodio en una cucharada de sal marina en comparación con una cucharada de sal de mesa, debido a que sus cristales son de diferente tamaño, aseguran.
A la sal marina se le atribuyen beneficios como el aporte de electrolitos como magnesio, calcio, potasio y sodio y reducción de síntomas de los resfriados.