La zona de piscina del Aire de O:live Hotel, en Isla Verde, se transformó en una estampa digna de la Riviera Francesa en los años 50, como parte del lanzamiento de RICH, el nuevo cuvée de Veuve Clicquot.
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La ambientación evocaba un glamour retro con sus flotadores inflables rayados de azul, naranja y blanco sobrenadando libremente. Las sombrillas anarajandas y blancas cubrían del sol caribeño a los invitados, quienes brindaban y sorbían de un espumoso con hielo refrescante, delicado y agradable, completando la escena veraniega del evento.
RICH fue diseñado para ser disfrutado con hielo bajo el sol. Tiene un sabor dulzón y afrutado ”con el toque exótico de la piña y el mango, enriquecidos por un suave sabor a pera y las frescas notas de hierba limón y verbena”, según la emblemática casa de champanes.
“Cuando el cubito se derrite, es mejor partir de (una bebida con) un poco más de azúcar para encontrar un buen equilibrio entre el champán y el hielo”, explicó Jean-Marc Gallot, CEO de Veuve Clicquot y quien por, primera vez, visitó a la isla en representación a la marca. Además, RICH “es un maridaje fantástico con los postres” porque el azúcar en el champán se equilibra con el de un dulce o golosina.
En pocas palabras, es perfecto para los días veraniegos que se avecinan.

La inspiración real de Veuve Clicquot es Madame Barbe Nicole Clicquot, “La Gran Dama de la Champaña”, quien tomó las riendas del negocio de su suegro en 1777, cinco años después de su fundación, y la convirtió en una de las empresas de lujo más destacadas en el mundo.
“Una mujer increíble, muy audaz, muy decidida”, dedicada a la búsqueda de la excelencia, describió Gallot. Por eso, “cuando bebes Veuve Clicquot, por supuesto bebes la calidad del champán, pero estás más allá del champán: es una cuestión de experiencia”, recalcó.
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Para Gallot, quien ha dirigido la Maison Veuve Clicquot desde el 2014, el mercado puertorriqueño es uno de gran importancia ya que la clientela del país reconoce ese distinguido espíritu innovador, de excelencia y lujo de la casa francesa.
“La primera vez que se envió una botella de Veuve Clicquot a Puerto Rico fue en 1856. Podemos decir que llevamos aquí casi 200 años, lo que significa que somos parte del paisaje de Puerto Rico”, destacó el empresario.
Como otros artículos importados a la isla y los Estados Unidos, los productos de Veuve Clicquot se verán afectados por los nuevos aranceles impuestos por el presidente estadounidense, Donald Trump. Ante la pregunta de Sabrosía sobre cómo las tarifas podrían influir en el negocio, el presidente de la casa productora de espumosos confesó no tener una respuesta concreta.
“Podría, muy desafortunadamente, afectar un poco el precio al por menor, y si está afectando al precio de venta al público, me temo que el champán es un producto de lujo, así que la gente no lo compra así como un producto conveniente sino como un capricho”, comentó.
Aunque las nuevas tarifas internacionales presentan un desafío, Gallot confía en que “Veuve Clicquot es más fuerte y seremos capaces de hacerle frente” al contratiempo.
Y es que el optimismo del líder de Veuve Clicquot ante la incertidumbre tiene sentido, pues la empresa ha perdurado por más de 250 años continuando con un legado de prestigio y de Madame Clicquot.
Con las diversas mezclas de Veuve Clicquot, “tienes muchas oportunidades de experiencias diferentes, pero siempre con un objetivo: ‘Una calidad, la mejor’, como decía Madame Clicquot”, puntualizó Gallot.