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¿Por qué es tan polémica la idea de sacar agua dulce de Groenlandia?

Una startup afirma que el agua del deshielo de los glaciares de Groenlandia podría ayudar a la crisis hídrica.

- ¿Por qué es tan polémica la idea de sacar agua dulce de Groenlandia? (Sebastian Carrasco/Europa Press)

El agua dulce se está volviendo un recurso cada vez más escaso en muchos países, pero no en Groenlandia. Un estudio de Oxford University Press indica que la capa de hielo de dicha zona contiene aproximadamente el 6,5% del agua dulce del mundo, y cada año se calcula que más de 350 billones de litros de esta agua se vierten en el océano. Con el cambio climático acelerando el deshielo del Ártico, cada vez más agua de Groenlandia terminará saliendo de la isla.

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En regiones con escasez de agua, esas mismas moléculas de agua podrían extraerse del mar y convertirse en agua dulce mediante desalinización, aunque a un costo elevado tanto en términos económicos como energéticos. Esto ha inspirado a una startup a lanzar un proyecto ambicioso, parcialmente aprobado por el gobierno de Groenlandia: recolectar el agua del deshielo de los glaciares y enviarla a otros países.

“Tenemos uno de los mejores recursos del mundo en esta zona y en abundancia, y queremos compartir este mensaje con inversionistas y mercados potenciales”, explica Naaja H. Nathanielsen, Ministra de Empresa y Comercio de Groenlandia.

La startup detrás de esta idea, Arctic Water Bank, planea construir una presa en el sur de Groenlandia para captar el agua del deshielo y transportarla por el mundo en buques de carga. Si el proyecto avanza según lo planeado, aseguran que será completamente neutro en carbono y causará un impacto mínimo en el entorno local.

Una gran solución a la escasez de agua

Samir Ben Tabib, cofundador y jefe de relaciones internacionales de la empresa, asegura que se trata de una de las aguas más puras del mundo. “Cualquiera que haya probado el agua de Groenlandia sabe que es oro puro”, afirma.

Aunque Arctic Water Bank es, en primer lugar, un negocio, Ben Tabib cree que también brindará un servicio a Groenlandia y al mundo. Según él, su empresa aprovechará los recursos naturales del país y pagará impuestos sobre los ingresos generados, ayudando a la economía local y creando puestos de trabajo. El gobierno comparte este objetivo, describiendo la iniciativa como una oportunidad para generar nuevas fuentes de ingresos y desarrollar empresas locales.

A largo plazo, Ben Tabib sugiere que Arctic Water Bank podría incluso contribuir a mitigar la crisis mundial del agua, aunque reconoce que no será una solución completa. “En Groenlandia, el agua dulce es un recurso que simplemente se está yendo al mar”, agrega.

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Desafíos y viabilidad del proyecto

La startup ya cuenta con los permisos iniciales del gobierno para operar. Según documentos obtenidos por WIRED, la empresa ha recibido derechos exclusivos por 20 años para utilizar el agua y el hielo de un río cerca de Narsaq. Este río, que produce aproximadamente 21.300 millones de litros de agua anualmente, es alimentado principalmente por el deshielo de la capa de hielo de Groenlandia.

Sin embargo, antes de comenzar el transporte de agua, es necesario construir una presa, lo que requerirá una Evaluación de Impacto Ambiental (EIA).

Aunque la construcción de presas en Groenlandia no es algo desconocido, el proceso de EIA es riguroso. Aun así, Karl Zinglersen, del Instituto de Recursos Naturales de Groenlandia, explica que este proceso rara vez detiene proyectos de este tipo. La empresa estima que la construcción de la presa y las instalaciones de transporte costará alrededor de 100 millones de dólares, y ya están en conversaciones con inversionistas para financiar el proyecto.

La historia detrás del proyecto

Esta no es la primera vez que los cofundadores de Arctic Water Bank se aventuran en el negocio del agua de Groenlandia. Otra de sus empresas, Arctic Ice, ya vende hielo de glaciar extraído del mar a bares en lugares como los Emiratos Árabes Unidos. Sin embargo, la idea de transportar agua a nivel mundial no es nueva: en el pasado, se propusieron ideas como remolcar icebergs o importar agua de los fiordos noruegos, aunque ninguna resultó viable.

David Zetland, experto en economía política del agua, es escéptico sobre la posibilidad de que Arctic Water Bank pueda competir con los precios del agua potable común. “Si tiene éxito, será por el marketing, no por la viabilidad económica”, señala. Sin embargo, a diferencia de otras empresas, Arctic Water Bank planea vender su agua al por mayor, no directamente a los consumidores.

La desalinización como alternativa

Países con costa tienen la opción de desalinizar agua de mar, una solución que ya usan lugares como Arabia Saudí y Australia en tiempos de sequía. Zetland señala que la desalinización cuesta alrededor de 1 dólar por cada 1.000 litros, un precio difícil de igualar para el agua importada. Sin embargo, Ben Tabib asegura que su empresa podrá competir con la desalinización en términos de costo.

Consideraciones ambientales y desafíos logísticos

Además del costo, otro desafío es la infraestructura necesaria para transportar y almacenar el agua de manera eficiente y limpia. Además, Ben Tabib promete que el proyecto será neutro en carbono, con la presa actuando también como una planta hidroeléctrica. Parte de esta energía se utilizará para producir hidrógeno verde, que, en teoría, podría alimentar los barcos que transporten el agua.

Sin embargo, expertos como Tom Baxter señalan que, actualmente, no existen barcos transoceánicos propulsados por hidrógeno a esta escala, lo que plantea más desafíos.

Aunque existen complicaciones logísticas y económicas, Guy Alaerts, experto en recursos hídricos, sugiere que el proyecto podría ser viable en algunos lugares. Especialmente si el costo de la energía continúa siendo elevado, podría ser competitivo importar agua en lugar de desalinizarla.

En resumen, aunque Arctic Water Bank enfrenta desafíos importantes, tanto económicos como tecnológicos, la startup espera que su proyecto ofrezca una solución parcial a la creciente crisis del agua en algunas regiones, mientras aprovecha uno de los recursos naturales más abundantes de Groenlandia.

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