Recordar es vivir. Y si de vida, entretenimiento y risas se trata nada como las travesuras que de niños hacíamos con el gofio (dulce a base de maíz molido en combinación con azúcar) al mencionar la palabra ”fósforo”.
Una vez se introducía el polvillo a la boca, nuestros amigos y personas cercanas tenían que prepararse para ver los restos del dulce por todos lados. ”Fósforo, fósforo, fósforo”, repetíamos una y otro vez.
Según la historia, aunque el gofio se reconoce como un dulce netamente puertorriqueño, este es resultado de la herencia española y sus conquistadores de Islas Canarias, en donde es muy popular consumirlo.
¿Recuerdas aquellos momentos de gofio? ¿Aún lo consumes?