Kim Jong Un, el líder de Corea del Norte, implementó una nueva prohibición que afecta la venta y consumo de hot dogs en el país. Según informes de New York Post, esta medida busca eliminar cualquier influencia de la cultura occidental. Cocinar o vender hot dogs ahora es considerado un acto de traición, y quienes incumplan la regla podrían enfrentar penas severas, incluyendo tiempo en los campos de trabajo norcoreanos.
Esta prohibición también afecta al budae-jjigae, un popular plato conocido como “estofado de la base militar”, que incluye ingredientes como salchichas y spam. Este platillo tiene sus orígenes en la Guerra de Corea, cuando se utilizaban carnes desechadas por los soldados estadounidenses. Aunque había ganado popularidad en Corea del Norte en los últimos años, ahora su venta está prohibida porque se considera un símbolo de la cultura capitalista.
Por otra parte, el régimen también modifica las normas relacionadas con el divorcio. Las personas divorciadas podrían ser enviadas a campos de trabajo por periodos de uno a seis meses, ya que el divorcio se considera un acto antisocialista que requiere la aprobación del gobierno. Según los reportes, las mujeres divorciadas suelen recibir sentencias más severas que los hombres en estos casos.