En Puerto Rico, dejar propina en los restaurantes no es una obligación legal, sino una práctica de cortesía que muchos clientes adoptan para reconocer el servicio recibido.
Sin embargo, hay ocasiones en las que los comensales pueden decidir no dejar propina, ya sea por razones personales, insatisfacción con el servicio o simplemente porque no consideran necesario hacerlo.
Ante esta situación, es importante comunicar la decisión de manera amable y respetuosa, evitando cualquier malentendido o situación desagradable. A continuación, algunos consejos para hacerlo de manera educada:
- Explicar la razón con tacto: Si el servicio no cumplió con las expectativas, se puede mencionar de forma calmada. Frases como: “Aprecio su atención, pero hoy no dejaré propina porque el servicio no fue el esperado” pueden ayudar a expresar la decisión sin causar un conflicto.
- Enfocarse en el respeto: Si la decisión no está relacionada con la atención recibida, se puede decir de forma cordial: “Muchas gracias por el servicio, pero en esta ocasión no voy a dejar propina”.
- Expresar gratitud: Un simple “Gracias por su servicio” con una sonrisa puede ayudar a suavizar cualquier incomodidad. Apreciar el esfuerzo del personal, incluso si no se deja propina, demuestra empatía.
- Considerar alternativas: Si el servicio fue bueno pero no se puede dejar propina en efectivo, algunos clientes optan por dejar un comentario positivo en redes sociales o recomendar el restaurante a otras personas.
- Evitar confrontaciones: En caso de que la mesera exprese incomodidad o haga preguntas, lo mejor es responder con amabilidad y mantenerse firme en la decisión sin entrar en discusiones.
Aunque en muchas partes del mundo la propina es casi un requisito, en Puerto Rico sigue siendo opcional.
Comunicar la decisión con cortesía y respeto es clave para mantener un ambiente armonioso y agradable tanto para clientes como para empleados del servicio.