En un descubrimiento que podría ser un parteaguas en la historia por la búsqueda fuera de la vida en la Tierra ha sido anunciado por un equipo internacional de científicos pues en muestras del asteroide Bennu, recogidas por la misión OSIRIS-REx de la NASA, se han encontrado restos de salmuera antigua que contienen los componentes básicos para la formación de la vida, como lo reportó la NASA en un comunicado.
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La misión OSIRIS-REx, lanzada en 2016, viajó hasta Bennu para recoger una muestra de su superficie y traerla a la Tierra. En septiembre de 2023, la cápsula con las muestras aterrizó en el desierto de Utah, revelando un tesoro científico sin precedentes. Al analizar estos fragmentos de asteroide, los investigadores han descubierto una variedad de compuestos orgánicos, incluyendo aminoácidos y bases nitrogenadas, que son los bloques constructores de las proteínas y los ácidos nucleicos, respectivamente.
La presencia de estos compuestos en Bennu sugiere que las condiciones necesarias para el surgimiento de la vida podrían haber sido más comunes en el sistema solar primitivo de lo que se pensaba anteriormente. El asteroide, que se formó hace unos 4.500 millones de años, parece haber albergado agua líquida en algún momento de su historia, creando un ambiente propicio para la formación de moléculas orgánicas complejas.
Los científicos creen que las salmueras de Bennu podrían haber servido como un “caldo primordial” donde los componentes básicos de la vida se combinaron y reaccionaron entre sí. Este descubrimiento refuerza la teoría de que la vida en la Tierra podría tener orígenes extraterrestres, y que asteroides como Bennu podrían haber transportado los ingredientes necesarios para la vida a nuestro planeta.
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Este descubrimiento marca un hito importante en la búsqueda de vida extraterrestre. Al revelar que los ingredientes básicos para la vida estaban presentes en el sistema solar primitivo, los científicos se sienten cada vez más optimistas sobre la posibilidad de encontrar vida en otros planetas o lunas. La exploración de Bennu ha abierto una nueva ventana al pasado de nuestro sistema solar y nos ha acercado un paso más a responder una de las preguntas más fundamentales de la humanidad: ¿Estamos solos en el universo?