Este alimento podría ser la clave para fomentar la amabilidad, dice un estudio

Hay muchas personas que deberían comerlo más.

Si creciste escuchando a tu mamá decir que el pescado es “bueno para la memoria”, prepárate porque la ciencia tiene una sorpresa: además de hacerte más inteligente, también podría hacerte más buena onda. Sí, así como lo lees.

Te puede interesar: [Un sencillo hábito puede mejorar la memoria: Solo debes hacerlo cinco minutos]

Un nuevo estudio sugiere que comer mariscos con regularidad podría convertir a los niños en seres humanos más amables, generosos y considerados.

Así que, si quieres que tus hijos sean más amigables en la escuela (o simplemente dejen de pelear por la última galleta), tal vez sea hora de agregar un poco más de pescado al menú.

Niños más amables gracias al pescado (pero no al sushi caro, tranquilos)

Investigadores de la Universidad de Bristol analizaron a más de 8.000 niños y descubrieron que aquellos que comían al menos dos porciones de mariscos a la semana eran significativamente más propensos a ayudar a los demás, compartir sus cosas y, en general, ser menos gruñones.

Por el contrario, los niños que no comían pescado tenían un 35 % más de probabilidades de ser menos prosociales a los 7 años y esa cifra subía al 43 % a los 9 años. En resumen: sin pescado, más posibilidades de berrinches y menos oportunidades de que presten sus juguetes.

El omega-3: el verdadero superpoder detrás de este fenómeno

El secreto parece estar en los ácidos grasos omega-3, en especial el DHA y el EPA, que ayudan a que las neuronas del cerebro se comuniquen mejor. No solo mejoran la memoria y la concentración, sino que también influyen en la empatía, la regulación emocional y la paciencia.

¿Quieres que tu hijo deje de perder la calma cuando se le acaba la batería del iPad? Tal vez unos buenos tacos de pescado puedan ayudar.

Pero… ¿y el coeficiente intelectual?

Curiosamente, aunque los niños que comían más mariscos eran más sociables, el estudio no encontró una relación directa con el coeficiente intelectual. Es decir, el pescado no necesariamente te hace más listo, pero sí más agradable.

Y, seamos honestos, a veces ser simpático te lleva más lejos que ser un genio.

Cómo hacer que los niños coman más pescado sin dramas

Si al escuchar “pescado” tus hijos ponen cara de horror, aquí van algunas ideas para engañar—digo, motivarlos:

  • Palitos de pescado caseros: Son fáciles de hacer y saben a nuggets (pero con superpoderes).
  • Tacos de pescado: Si lleva salsa y se come con las manos, ya tienes un ganador.
  • Pasta con salmón: Si le pones queso, ni notarán que es pescado.
  • Atún en sándwiches o ensaladas: Fácil, rápido y sin necesidad de cocinar.

Te puede interesar: [La siguiente era de hielo ya tenía fecha, pero los humanos la están cambiando]

Así que ya lo sabes. Tal vez el secreto para un mundo con menos berrinches y más abrazos esté en el pescado. Tu mamá tenía razón otra vez.

Lo Último