No es un secreto que el modelo de agricultura convencional amenaza al medioambiente con consecuencias que incluyen la deforestación masiva, contaminación con plaguicidas y elevadas emisiones de gases de efecto invernadero.
Sin embargo, ante la creciente conciencia ambiental muchos han optado por dejar de lado esto para sumergirse en la agroecología, la cual propone prácticas naturales de trabajar la tierra sin intervención de insumos externos y una opción sustentable ante la amenaza de un evento natural.
Precisamente con esta visión en mente miembros de la entidad World Central Kitchen Puerto Rico (WCK por sus siglas en inglés), fundada por el chef José Andrés Puerta, actualmente se enfocan en apoyar diferentes proyectos agroecológicos en la isla a través de su programa Plow to Plate, otorgando subvenciones financieras y capacitación.
Según la gerente de la WCK en Puerto Rico, Mikol Hoffman, ‘’es importante empoderar a las comunidades para que puedan producir alimentos por sí mismos con técnicas agroecológicas ante el cambio climático’’, en especial luego de que muchos boricuas fueran testigos de la falta de alimentos en los supermercados a raíz del paso del huracán María.
Plantel escolar fomenta la agroecología
Entre el repertorio de conceptos de agricultura ecológica, respaldos por la organización, destaca el trabajo de estudiantes, maestros y agricultores voluntarios del Proyecto Agroecológico Urbano de la Escuela Intermedia Berwind, también apoyado por la Universidad de Puerto Rico (Recinto de Río Piedras).
Y es que mientras en algunos planteles se imparte un currículo escolar tradicional, en la Escuela Intermedia Berwind 325 niños, de sexto a octavo grado, aprenden a trabajar la tierra utilizando su propia composta y herramientas creadas con materiales reciclados.
‘’Este proyecto surge de la necesidad de trabajar con la seguridad y soberanía alimentaria en la isla. En el 2016 llega la Universidad de Puerto Rico queriendo apoyar cualquier iniciativa que tuviera la escuela para el mejoramiento académico y bautiza el Proyecto Agroecológico Urbano. Justo después de María nos dimos cuenta de que estábamos pasando muchas necesidades alimentarias y con más ansias quisimos seguir desarrollando el proyecto’’, contó el gestor de la iniciativa y maestro de español del plantel, Elixander Negrón.
Mira en vídeo
Otro componente importante, aparte de los talleres que reciben los alumnos gracias a la labor voluntaria de las agriculturas Crystal Cruz y Gabriela Collazo de la plataforma Huerto Semilla de la UPR, es la integración curricular del tema en las clases.
‘’La maestra de Ciencias enseña los conceptos y destrezas, la de Matemática igual y en la clase de Inglés trabajamos historias que estén relacionadas a la siembra. Todas las clases están inmersas dentro del proyecto’’, aseguró el profesor de Inglés, Manuel Echevarría.
‘’La agricultura debería ser obligatoria en todas las escuelas para que los niños sepan que la comida no viene del supermercado y que la produce la naturaleza, pero hay que trabajarla y cultivarla’’, agregó Negrón.
Allí en el plantel los estudiantes crean la composta, siembran y trasplantan cultivos y se encargan del vivero escolar. Incluso, consumen sus cosechas una vez están listas.
‘’Algunas (cosechas) son utilizadas por las encargadas del comedor. Hemos tenido guisos de carne con tomate cosechados aquí, arroz con gandules de gandules cosechados aquí, asopao de gandules y ensaladas con nuestras lechugas’’, detalló Cruz.
Los educadores coincidieron en que más escuelas deberían adaptar un modelo agroecológico como este y agradecieron a WCK por subsidiar los materiales del proyecto.
WCK, además, asiste a las populares fincas ecológicas Siembra Tres Vidas de Aibonito y El Josco Bravo en Toa Alta.